martes, 29 de junio de 2010

lunes, 28 de junio de 2010

Your eyes means...

I can see…

I can see in your eyes, while I am listening to a song
I’m sighing for you…

I can see in your eyes, while I am breathing your love
I’m yearning for you…

I can see in your eyes, and only I can see how much you love me
I’m feeling you…

I can’t stop see in your eyes, while I feeling these beautiful things inside me…
I’m dreaming you…

See in your beautiful eyes, while you open your heart to me,
While you open your soul...

Your sincerity to me, I can see it,
I can feel it…

I’m…

I LOVE YOU…

miércoles, 2 de junio de 2010

Un día...

Estaba en clases y de pronto recibí su llamada:
- ¡Hola mami! ¿Qué pasó?, ¿ya estás viajando?, ¿llegarás pronto?, está bien…, si claro ahí te espe……………….
Un grito ensordecedor cortó su voz, seguido de un estruendoso estallido… y de pronto escuché el viento, había arrojado el celular… no sé a donde, pero por algún lugar, entonces no escuché más…
- ¡Mamá! Mamá! ¡Una ambulancia! ¡Un policía! ¡El número de alguien! ¡Por favor! ¡Que alguien me diga algo! Por favor oh ¡Dios! Por favor no… no! No…
Vi a todos los que estaban a mi alrededor borrosos, ni siquiera tenía idea de lo que acababa de gritar y de pronto un golpe en mis costillas, no vi nada más.
Marqué el número de celular, tenia miedo… ¿y si me contestaban?, me contestaron; era la voz de una niña, me dijo que había encontrado el celular tirado en la autopista cerca al mar, le dije que quería verla, mencionó un lugar, entonces viaje.
Era un restaurante, necesitaba verla, por alguna razón quizás sólo por el simple hecho que ella tenía el único objeto que me relacionaba con mi madre, nadie quería decirme nada, nadie me creía…
Marque el número, y vi que una niña de cabello rubio sacaba de su pequeño bolso de plástico un blackberry negro, lo reconocí como el de mi mamá, sentí una calidez indescriptible con la sola idea de que ese objeto que ya conocía, sí existía, y ella lo tenía, sin embargo no tenía más que hablar con ella, y salí de aquel lugar; afuera todo estaba demasiado calmado, no podía llorar, sólo necesitaba llegar a aquel lugar, el último lugar donde había quedado en el aire la última respiración de mi madre… la única autopista casi desierta, que por un lado estaba tapada de peñascos que me hacían sentir infinita soledad… no sabía como llegar, intentaba parar los carros les rogaba que por favor me llevaran, ninguno me hacia caso, decidí ir a pie… camine y camine por la orilla de la carretera, el camino se hacía cada vez más estrecho… de pronto escuche el mar, había llegado todo estaba lleno de peñas, me asome con cuidado a un muro que habían levantado para mejorar la carretera del abismo… y lo vi, me dio vértigo asomarme, sin embargo, eran puras peñas que habían intentado tapar con planchas de tecnoport, no habían rastros del carro, ni sangre, ni huellas de algún accidente, sin embargo esas planchas que habían puesto, parecían hechas para que nadie pudiera ver tal catástrofe que hubiese sucedido, quizás ella no quería que tenga esa imagen impregnada en mi mente, para siempre… la desolación y la tristeza me embargaron, y no podía llorar, estaba inundándome por dentro, el impacto había sido tal… que no me quedaba tiempo, estaba en shock, me pare sobre el muro abrí mis brazos y me arroje al mar.

Abrí los ojos, ella estaba a mi lado, durmiendo angelicalmente, la contemplé sin pestañar, mis lágrimas cayeron automáticamente y mis labios comenzaron a temblar, aún seguía escuchando las olas del mar que no me parecían fieras, sino una voz diciéndome que ella pertenecía ahí… en ese momento no se si sádicamente, pero pensé en lo que ella me decía si algo le llegara a pasar… que su alma y sus cenizas se las llevaría el mar…